lunes, 27 de enero de 2014

Murmullo orgánico



Si viviera de antiguo modal
una serie de artefactos orgánicos
no tardarían en descomponerse;
desde mis pulmones hasta sus tobillos.
La narrativa que invento,
apoyada en la certidumbre
es la costumbre sinuosa,
una creación tentadoramente original. 
Valioso lo absoluto del aire
obtenido de rutas celestes
 y especies silvestres
contándose como murmullos ferales en mi cuerpo
cantándose en las células más danzantes.

sábado, 18 de enero de 2014

Cereza envuelta


Se abren botones
yo vengo de raíces
soy un cerezo.


Las cuentas que hay que sacar
cuando alguien no dice la verdad
y más cuentas cuando uno mismo se miente,
mentirse en lo valedero convirtiéndose en actor negativo de falsas pasiones.
Pasión al miedo
pasión a la crítica
pasión a no encajar.
Sacando cuenta de las injusticias
que provocan momentáneas realidades
hasta que emerge el poder de las virtudes.
Semillita en estado de coma fantasioso
comienza a brotar
se yergue recta y dócil según dicte el aire 
y las otras flores
de polen distintivo.
Moldeable ante el polen de calidad admirable
cuando las hojas crecen…
cuando un botón aparece...
cuando el cerezo ha nacido, es que ha sido presentado por la primavera
anunciando su natural color.
La primavera y su bondad
dan urgencia a las flores que no están del todo abiertas.
Despertando vientos
los sakuras quieren ser cerezas.


martes, 14 de enero de 2014

Separadores



Como si hubiera algo que te lo advierte
solía recordar sus caras de "hasta nunca"
Las veces que dije adiós
una vez y otra y otra
no estaban claras las despedidas
aunque si se pronunciaron con palabras acordes 
ficticias, elegantes, con el beso albergando el "hasta siempre"
que hacía real la poca nostalgia de mover mi mano
nadie sabría si eso sería un final
todas esas veces yo me hablaba
con duda y resignación
"no te volveré a ver más" (?)
siempre estuvo firmado por mis labios
silenciosos que conjugaban un presentir
un susurro que te cuenta
que no extrañarás
(a excepción de esa única vez).
De esas veces, de mirar por la ventana,
sobre un vehículo en marcha
me transporté al futuro
sin esas presencias
y nunca sentí temor, 
sólo en una, algo de dolor, 
mucho, no es fácil partir
ni que te partan el corazón
con ausencias
pero no fueron repentinas
fueron de esas en escalada por secuencia
algunas sólo permanecieron como en un principio
estancadas por la falta de amor.
Decir adiós sin pañuelos
ni lágrimas, ni mayor duración
es lo que se consigue al no tener certeza de la separación.
Creo que siempre presentí los abandonos
las lejanías
y las costumbres aisladoras.
La mayoría de esas veces
mi mente, al hecho, se anteponía 
sin bajar la guardia sentía que todo estaba hecho
era el momento donde se avecinaban las brechas
y para no vivir esas derrotas 
es mejor tomar la opción de decidir
sabiendo que si no das el paso ellos no tardarán en huir
de cualquier manera el destino te divide de ciertas auras.
La última vez de no mirarle más
no supe anteponerme
aunque él no era un hombre
se unía a la categoría de amores
de signo varón, de nombre paternal
de ancestros significantes en su desaparición
todo un linaje metafórico
dispuesto a ir en otra ubicación
asistente de una dirección
de paraderos y estaciones que no revelan
o que revelan y no atienden
o que revelan y atienden, sólo si estás rogando.
Pero sé que su vivir pudo ser truncado
como amor robado
como cuerpo maltratado
por alguien de genes malignos
la maldad tiene varias veces frente y ojos mínimos.
El no presentir su adiós me dice que tal vez
no haya sido un fin 
quizá un día de algún mes
aparezca su coordenada con su vitalidad. 
Todo rastro mágico
todo rastro certero 
quisiera conseguir
como un perpetuo volver, quedarse y vivir
transmutar aquel cargado nombre. 

sábado, 11 de enero de 2014

Tangible




Navegaba ahí.
Hey, volvamos a leernos
el mar sigue azul.


Si te gustan mis labios
y lo que sea cereza
que te sepa a certeza
como duda de sabio
en vista de un cambio
en el sueño posible
cuando se oye definible
si con tu dulce voz me hablas
de esos versos que no callas
considéralo tangible.



Soñémonos un día, pensé, de la mano
en el momento de un verano
como hoy lo imaginé
sintiendo la novedad sutil de lo que no aguarda en ser
pensé en algo incierto
esperando el futuro.
El futuro era visible desde el bando de mis acuerdos
palabras mencionadas con convicción
sin que fuera real aún
todo cambiaba de color
un degradé celeste
pasando por el calipso y el cielo como ardor;
calor agitado que contenta
y que en su interior, el componente dos, contiene
compuesto de soles y satélites
entre otras ensoñaciones que se contemplan
sin ser fantasías de lo onírico
sin ir negando,
todavía, con él, navegando.
Soñémonos aunque seamos realidad.





miércoles, 8 de enero de 2014

De verde los ojos



Surgió la vista celeste
cosita sonante, de ti
tus ojos plantados en mí
el bosque sabor a suerte
con mi locura de-mente
porque te dejé a mi lado
sin pensar en lo malvado
que siempre le ocurre al bueno
por hallar lo verdadero
que es por el mal tan deseado.

Creaste todas las misiones
uniste mil pensamientos
que juntos fueron gran viento
para la estación de aviones
que movían emociones
a las mentes más atávicas 
como cadencias arábicas
tornándose a emblemas sólidos
por seres vivientes cómodos
nada de manos estáticas.

Como un iluminado
cuando te abrazaba firme
subiste antes de irme,
ya eras tan elevado,
a las alturas muy conectado
a el árbol o la ventana
cantante en una mañana
o de silente sencillo
como guardián de castillo
cuidaste lo que hoy sana