domingo, 15 de diciembre de 2013

Desde tu hogar


Siempre el amor fue indómito
indeterminable y justo,
preciso en su instancia
inmenso en el sentir
explicable con la sonrisa
extenso en su velocidad absorbente.
Descifrable por su sonoridad
por su visita y su estancia
permanente en los días
determinante en nuestro comportamiento
volcado al amar.
Tú, amado, 
amado por nosotros,
amaste esta libertad cautivante.
Regresa en tu presencia, silencioso, 
regresa en formas elementales
de cualquier modo, pero sé feliz con tu armonía;
la característica de tu ser luminoso
que nos hizo crecer.