lunes, 27 de agosto de 2012

Sueño denso


Enviaste palabras con lápiz grafito,
para borrado fácil,
las ofrecías en tres hojas.
Una marchita decía "te quiero"
la segunda un maldito "regresemos"
y la última ya no recuerdo,
posiblemente garabatos condensados,
desplazados a tu sonrisa.
Adiós, dijimos, como remedio.
Te veía contento.
Decepcionada, me vieron.


martes, 21 de agosto de 2012

Causa



Casualidad que cada mes
mi cita me lleve a tocar tus calles.
Citas compartidas, por tu vereda,
repartidas cada semana
y más de un día
si la suerte estaba de mi lado.
Era incómodo despedirme
era un derecho saludar...
es un requisito acostumbrarse.
No recuerdes el recorrido,
ni el camino avanzado,
el olvido es permitido,
es lo que sobra después de vivir.
Cuándo extrañarán mi estadía próxima
cuándo se abrirán los caminos de regreso
cuándo despertaré en el sueño de ser lo que fue.
El sueño de pertenecer a un diario
libre de separaciones,
tan placentero de estar al lado,
tan cómodo de estar adentro.
En qué momento se abrirán los labios
para guardarnos indiscretamente en el beso del otro.
Aún me intriga saber quién será el primero en abandonarse,
o revelarse ante la tentación de revolver todo desde cerca.
Lo único que sabe decir el tiempo es "te lo dije"
NINGUNO.

jueves, 9 de agosto de 2012

Por mientras


¿Me permites?
Seré breve y fantasiosa.
Alguien debería revelarse
ante la injusticia de decir adiós.
La lejanía sigue cómplice del pasado
Quizá se deba esperar hasta un mes que parezca Diciembre
de los que tienen alambre,
costumbre o hambre.
La esperanza sigue cómplice del futuro.
Quizá en esos días pese demasiado esta situación
o haya sanado el mal estar de no estar
el malestar de no ser uno.
Si la sensación de dolor y vacío 
cupieran en esa ventana.....
asomaríamos las manos para acariciar.
Por mientras
alargaré esta pregunta inadmisible
y mis respuestas cuestionables. 

jueves, 2 de agosto de 2012

Pupilas en acción


Un huir a recuerdos infinitos,
el escape a decisiones inversas.
 Rastreos de mis propios procesos obsesivos
y se que esto pasará,
aunque lo anterior todavía me da cuenta,
quizá esto pertenezca
al grupo de acciones pasajeras memorablemente dispersas.
Tan importante como adquirir conocimientos de paseos
u hogares abiertos por instantes 
predispuestos a borrarse de mi cercanía.
El instante que supe observar.
El momento de finales,
que por obligación,
debo presenciar...
hasta que haga falta esta simple presencia
para restaurar tiempos,
por pensamientos,
embellecidos.
Por justicieros que se demoran
por no confiarme las vidas o por no arriesgar la mía.

Todo este atajo es parte de sí.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Párpados semi abiertos



El libre derecho de ser
es también el rudo comienzo 
de un choque de verbos cuestionables
por los incalculables latidos
que pueden quedar funcionando
y los que empiecen a detenerse.
La libertad traicionera
implica revelar planes
para aprisionar
para alejar
o para esperar.
Y cada uno de los tratados
lleva consigo una pizca de enredos mentales.
Escudos como sonrisa y besos.
Libertad para ser dueños,
libertad para ser presos,
libres como un relevo de culpas.
Libre, para aceptar,
para vivir y recordar como fantasía creada.
Indudablemente renovada porción de placeres incontrolables
como pasión libre de errores y juicios.
Una posición a prueba de excusas,
una poción de los años sesenta como flores.