jueves, 18 de febrero de 2010

Oprimir el beso


Ocasión prudente
para mi encuentro esconderte,
suscito palabras para alejarte,
serás camino abandonado al desierto,
guardo un andar nada principiante.
Cuando mis pasos se enredan
sólo voy a tu dirección.
Pero una buena opción
es mi perpetuo sendero,
desolada yace, de mi llegada, tu estación.
Si me vuelvo a perder oprimiré un beso
de emergencia, uno eterno, como botón.

Desconocido espectro
hechizado con saliva bruja,
libro de amor
buscando guerras,
hallando demonios,
usando lenguas.
Me recuerdas a...
¿Eras tú, acaso,
quién me persigue en días de pensar?
Acósame en la evidente transformación,
allí dirígete, al sendero y recrea la escena de besar,
que no vi, podría hacer una comparación,
y por fin despertar.