Me gusta ser un sueño reprimido,
un sueño pesado, adivino, profundo,
o uno ligero, irreal, oscuro.
Un onírico deseo inconsciente,
para que un cerebro me olvide,
me sustituya y me visualice
dividida entre un dudar
y aprobar negando.
Un vicio mental que no avisa
y que visita visiones que no se han visto.
Un montón de significados omniscientes.
Trabajando en un servicio de musas quebradas y estériles
para un reparto de caricias platónicas bloqueadas sin oprimir.
3 comentarios:
La vida es sueño, decía Calderón...
Nirvana y Samsara son lo mismo... ese fue un iluminado.
Sueño o despertar, pero siempre con totalidad
Abrazo
A veces es mejor perdernos un poquito entre nuestros sueños para luego despertar y afrontar la vida con mayor fuerza. Certera poesía. Espero regresar.
Un abrazo...
Viva, en sueños
¡Viva¡ en sueños
Viva en sueños.
Viva en los míos
si le apetece.
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