domingo, 29 de agosto de 2010

Los ruidos


Sospechaba los ruidos.


Pobre, tú, tan sensible
¡Qué no ladren los perros!
Por ti, aunque, también por mí,
por respeto a tus oídos,
tu sonrisa y pureza.
Yo puedo taparme las orejas,
fingir tranquilidad,
arrancarme los ojos y soñar.
Desde que te esperaba
ya practicaba las muecas.
No harás falsedad, eres genuino.
Ellos, dolorosamente ciegos,
sordos y equívocos.

(Tal vez, sólo sea por mí)

domingo, 8 de agosto de 2010

Sin chocolate


Cada cuanto, te hago un desprecio
muda de risa, muerta de lenguaje,
sin la boca para besarte.
Cada tanto, un rodeo te creo,
irónica de preguntas, abofeteante
te atrapo en mi cerrado carruaje.
De tu bostezo hago huracanes
tornada a la redada imagen
girada a la verdad relativa,
de tu mente mentida,
tantas veces omitida.
La realidad es sorpresiva,
sigo a ti unida
de mano, boca, sonrisa y endorfina.



Como la vida,
soy como la vida...