viernes, 31 de diciembre de 2010

De tantas formas


Año de muchos nombres,
de extrañas visiones.
El año pasó con diversas pieles
a veces para frío sin soles.
Hubo duelo en las lunas de mieles;
cantos de olvido y perdones.



Un verano de de menos
un regreso poco caluroso
teniendo dulces anhelos
el tiempo cambiando a lluvioso.
Vino tu partida y la mía
luego mi desventura de sombra,
tu beso aún me seguía,
y supe que todo te nombra.
A veces el año es un dogma
cada año, un leve o rudo beso de despedida,
la duda, en momentos se asoma,
pero encontramos la bienvenida;
sin salida, con triunfo, sin norma.