domingo, 8 de octubre de 2017

Trino de gorrión



Nadie más se pregunta si no preguntamos
del tiempo de ser poseídos por el espíritu jovial
aunque semi amargos, un don que venía por escritura de los astros
que bien nos juntaron, cuando venir maduros a estudiar no era normal.
El primer día antes que nada,
el primer día después de tantos, que no diré miles,
la nostalgia en esa nostalgia no era real
la realidad en esta realidad puede ser la nostalgia a veces
y ser como niña ahora, no es común en los pares
porque fui madura cuando no se estilaba
aunque ahora soy concreta
y soy felina en tiempos en que debería estilarse la adultez humana.
Esta es una vida de veintitantos años que si miro atrás
parecen años de vidas pasadas donde yo me veo a mi misma desde lejos
observando mi actuación de poca elocuencia al público, de mi amor tan profundo,
de mi dependencia e ingenuidad,
de mi poco de dolores, que parecían muchos
mi “sin rumbo”, mi no saber, no entender hacia donde iba,
o en ese tiempo “a dónde vamos”
mi fragilidad, delgadez, culpabilidad y mi chispa en lo carnal.
Me pregunto y respondo, tanto ha desaparecido y tanto he cambiado
tanto dejé. ¡Tan fuerte me dejaron!
…Dejar es una opción.
Estoy en la nueva era, la de otros amores y rituales.
Adiós al día en mañanas y a los dolores musicales.