Para ojos insípidos

Algo tendremos a la par,

es cierto, 

misma apatía hacia la otra,

surgiendo en mí al final

para ser bilateral,

compartiendo mismo pensamiento amoroso;

aquella, con envidia, 

por mi parte sólo celos.

Qué acaso alguien pudo tener enemigos 

sin un patrimonio en común;

del malvado, inventado.

Del sincero, asertado.

El némesis surge

por acciones animales,

por pasiones a un humano 

con un nombre "reservado".

Hay un ser que ama a mis amores

y los guía para atascarlos,

degradarlos, envolverlos 

con humo y tabla, hasta perjudicarlos.

Peligros guardan, los ojos insípidos,

recomiendo un cuidado especial,

discreción desde el inicio

no creerse el "no sería capaz".

La verdadera esencia,

una invasión a mi inspiración

para encerrarla y transformarla

en una caricatura, que no se parece a mi retrato

porque le pesan los brazos,

se le reduce la frente

y el sombrero no le florece.

Sé que envidia a mis alas.

¡Alabada mi danza!

Alcanza lugares sin encanto,

espacio invadido de quietud

que no puede dominar

 ni con su más sabio movimiento.