Impulsados sin espera
juntos en un mismo columpio
elevados hasta la cordillera
en blanco espacio puro,
una imparable primavera.
una imparable primavera.
Las flores del camino duro,
congeladas, como en la nevera
reviven ahora en el suelo,
donde zapatos de enamorados
no tocan la tierra;
y el paso es hasta el cielo
los girasoles ya no sufren por guerra.
Avanzamos hasta caer en el lago
y morir de romance
como locos poetas.
El amor de nuevo.
2 comentarios:
hermoso, que inspiración mujer, bellas palabras...
Bendita primavera...que aún por lo menos aquí no llega.
saludos
Hola, Ema, precioso poema primaveral nos traes, de primaveras y amores que florecen y ese cuadro que no conocía es muy lindo también. Un beso, niña hermosa y feliz fin de semana.
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