viernes, 16 de abril de 2010

Como truenos


Tremendos remolinos sanguinarios,
latiendo como truenos,
aguarda la explosión.

Un fósil del renacimiento,
una gota de revolución,
me tienta el escape,
mudo y sin consuelo,
sacudiendo las lágrimas
con un giro y mi velo.

De la estirpe del rubor.
Aprendiz del equilibrio,
con la columna corrompida.

Ayer correré de ese sitio,
hacia acá donde mañana estoy.


2 comentarios:

Teresa dijo...

Ayer correré de ese sitio,
hacia acá donde mañana estoy.


Me quedo con esta estrofa que tanto dice, que lo dice todo.

Un beso lleno de velos de colores.





ღ°´¨)
¸.•´¸.•ღ°´¨) ¸.•ღ°¨)
(¸.•´ (¸.•`ღ° ..:¨¨ღ°¨ღ°teresaღ°¨ღ°¨ღ°

Gustavo Calderón dijo...

Hmmm, el sabor que me ha dejado tu poema es inigualable. El final deberá ser lo más comentado, Brillante! es sencillamente espectacular.