domingo, 8 de febrero de 2015

Menos de



Tal vez me hubiese gustado continuar
un circuito de líneas astrales
que me llevaran a permanecer inmutable,
pero siempre cambio.
Cambié el día en que no pude mantenerme querida,
cambio cada vez que retroceden el sueño a la vigilia.
Transformé el aspecto más decidor del ser artista…
transmuté mi sensibilidad por una estable razón, 
invalida de fe, invalida de esperanza
que “si no es aquí y ahora es ilusión”.
Las pequeñas veces que me vieron llorar fue por alivio,
y las que no, fue pura nostalgia secreta.
Las veces que escucharon mi pena, fue por incomprensión,
y las veces que me aguanté el llanto
fue por querer sentirme fuerte ante la pérdida,
para no perderme yo.
En este tiempo he llorado menos de lo que debería
dadas las circunstancias...
esto no me hace una persona más alegre...
sigue latente una especie de dolor mítico 
una rara sensación que me resigna y me hace normal.




No hay comentarios: