Mi corazón en condición basal de danza
adoptando la postura de un arte de romance,
indómito latido de las alturas del ritmo
y el sonido universal de amor...
AUM.
¡Oh! Un HOMbre de besos solares
aún sostiene las bases
del suspiro en expansión
de mi estación del signo de flores espaciales
ingrávidas
sorpresa divina, desde su alma
que irradia luces cálidas para este otoño,
compenetrando a mis 22 primaveras,
a la posición del complemento fuego;
elemento del mañana,
del sueño que no produce, por si solo, candiles.
Vuelo orientada a la salida de su amanecer
que nace por la ventana…
que son mis ojos,
que empiezan a reconocer.
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