Aún no has visto como quedé
ni preguntaste por quién,
con qué, para cuándo, desde dónde.
Me caigo y no quepo.
Aún no preguntas como me fugo del inicio
o si es que hago dietas en el amor
por no empezar ni parar.
La respuesta camina lejos
y sólo yo la pregunto;
sabiendo la respuesta muerta.
Y me autodenominé visita
a las afueras de tu represión
te llevaba desamarres,
sabes esconderte bien
y yo se quedarme, quedarte.
2 comentarios:
Amo este blog!
Luego de varias lecturas, la imagen que estos versos me evocan son las alguien que reclama a su amado por no notar como sufre, ni por qué. Y la pobre criatura herida se resigna ante la situación. La resignación sobrecoje, lastima, es un crujir de dientes. Al menos tus palabras otorgan belleza a tan amarga opción. Sigue escribiendo tan lindo, Ema.
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