Hombres tontos con inteligencia finita
entrometidos en un estéril terreno
cerrándole la cortina
al dialecto filosofal poético.
Hombres desnudos y disfrazados
cantando su voz desde un fracasado desierto,
tardando en presentarse
a mi estación ambulante del ocaso.
Hombres tiernos, sensibles, amenos
tan pacientes, siempre desde tan lejos.
Hombres tiernos, sensibles, amenos
tan pacientes, siempre desde tan lejos.
Hombre querido, poético, desnudo,
musicalizando mi desastre de madrugada,
escribiendo desde la inteligencia infinita,
un calmante a mi esquina sensual
sustituyendo escondites con dibujos
el arte inventado e instantáneo donde hoy pertenece.
Mujer en incorrecto equilibrio
desplazando la dimensión de la estupidez artificial
el arte inventado e instantáneo donde hoy pertenece.
Mujer en incorrecto equilibrio
desplazando la dimensión de la estupidez artificial
1 comentario:
Siento que en esas líneas hay algo de sabro a mí. :)
Saludos. :D
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