Mi signo se hace presente
mi tiempo cambió a libre
mi edad vuelve impar.
Cuando el libro queda esperando
una balanza exagera liviandad,
la inclinación a soñar;
lo justo, lo eterno, lo infinitamente irónico
de quedarnos hasta que no estemos.
Una llave para mejillas
contaminándonos de placeres
fantasmales, informales,
antiguos y aguantables
hasta un próximo avance que se desvanece.
1 comentario:
Yo soy de Libra Ema y me veo tan identificada con estas palabras que has escrito. Muy bellas.
Un beso desde Argentina.
Gaby
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