martes, 14 de abril de 2009

Recordando flores


Esa actuación maligna
está siendo desterrada
de mi genuina mente enredada.
La vida de una estrecha frente
de la enmascarada inocente-demente
yace en el obituario que comencé,
el día en que me acepté
como buena amiga.
Mi amiga que adora a las flores!!
a las hojas muertas o vivas
a veces hasta a las pequeñas hormigas
a las abejas o a una perdida polilla,
mi compañera no discrimina...
Un nombre es azaroso,
no siempre hay conexión
hay quienes no saben ser flor...
hay quienes necesitan al menos una apariencia,
existen los que no atinan a la prudencia...
Perdón por los días en que las olvidé!
por el día en que me ofusqué,
cuando intercambié pétalos por rencor.
Hoy el rosal es tan bello como un girasol
el girasol es tan hermoso como el amor
y el amor es tan inmenso como el abrigo del sol.




(Admito ramos de todos aspectos, colores, olores, edades y dimensiones)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dime tu, mujer del sombrero, si en un pasado no conociste el rencor o el odio, ¿ cómo podrías reconocer el cariño y el amor en cada momento en que se den ?, sin lo uno no puede existir lo otro. Pero una vez que se conoce el rencor y has aprendido lo dañino que es, haces bien en desterrar para quedarte con lo esencial,que siga creciendo ese girasol. Un saludín, desde la lejanía.

Anónimo dijo...

Increible que a raíz de un comentario, pasado a llevar ligeramente, naciera tal despliegue de creatividad. Eso es propio de los artistas, no solo de las palabras, sino que de los artistas como un colectivo.

Ahora que lo pienso, tampoco soy un fanatico de las flores en este momento, arrastra mucho peso. Pero es bueno que hayas perdonado a las flores. La culpa puede ser de muchas personas, pero no hay pecado en las rosas.

..a menos que te pinchen, en tal caso.. no hay nada q no arregle el napalm.