domingo, 20 de mayo de 2018

Ser utópica en el interior



La magia me salva,
sobre todo en los sueños cuando debo limpiar de males, 
buscar lugares donde asentarme aunque todo sea muy público,
el amor es secreto y de conjuros impronunciables si se quiere exigir plenitud.
La valentía es conmigo misma y no expresada por miedo,
la valentía de desarmarse por dentro, sin placeres,
y no entenderme incoherente.
No tengo que doler, aunque me duela,
no tengo que decir, aunque yo me diga.
Callar, soportar, esperar a que note mi tristeza bien oculta
es como volver a ciertos ritmos básicos que creí superados,
es volver al primer paso,
el de niña ignorante del arte,
el de espléndida nostálgica “melancólica sutil”
es esperar a que el primer beso te llene de amor por toda esta vida,
es creer sin magia.
Con símbolos superiores,
con nueva leyenda,
nuevo título de nombre
y sin embargo seguir siendo cobarde,
por los demás que amo para no dañar
y ser valiente con mi discurso,
monólogo que no emitiré en realidades tangibles.

Ser utópica en el interior...

No hay comentarios: