Todavía un atisbo irracional
todavía mi mirada racionada;
partida, desconcentrada, distraída,
entre la entrada, la salida
y la desilusión.
En toda vía hay un escape
limpia mi venida y oscura
como los desastres en mi corazón.
Todo olvido para volver a recordar
que no dejé el día del adiós,
que tantos han sido.
El término, el final, el corte, la separación
una viva muerte.
Disfraces para huir
como monstruos
como un dios ilegitimo,
si esto de re pensar es hechicería,
la pesadilla será antigua,
la receta del karma ¿te la sabes?
El salmo puesto,
la llave de la vida en mi pecho
aletargada conciencia
aún duermes,
sin saber vivir.
Yo no sé matar, ni querría.
Solo el Amor, me envuelve.
Nunca te desearía mala suerte
...¿y tú a mí?
El desastre no pide hacer las paces
lo más justo es amar y no amarrar
...sabrás la diferencia